22 de junio de 2016

Estrategia de Innovación y Creación de Valor Público.

Esta misma mañana participaré en el INAP en un seminario de expertos sobre la reforma de la Administración electrónica donde intentaré aportar mi granito de arena a una cuestión que, lejos de estar resulta actualmente se antoja como el mayor de los retos institucionales vistos hasta ahora, y que está fundamentado en la maximización de los recursos disponibles, en una provisión más eficiente de los servicios públicos y en una modernización real y efectiva de todas las Administraciones públicas.

Para ello me centraré en la medida de lo posible en exponer qué hemos hecho en la Diputación de Castellón para enfrentarnos a dicho reto a través de la aprobación ayer mismo por el Pleno de la Corporación de nuestra Estrategia de Innovación de Creación de Valor Público que puedes descargarte directamente AQUÍ.




A pesar de los esfuerzos realizados y del impulso tanto político como técnico que se le ha dado a un proceso generalizado de modernización, la Diputación de Castellón va a tener que realizar un enorme esfuerzo los próximos años si quiere afrontar con garantías los dos grandes retos que se aproximan – o que ya están aquí – y que dibujan un auténtico cambio de paradigma.

a) INTERNAMENTE, el primer reto vendrá determinado por nuestra capacidad para convertir a nuestra organización en una Administración electrónica basada en un modelo integral y completamente sostenible:

.- La próxima entrada en vigor de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas y de la Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público va a suponer una transformación del panorama jurídico-institucional de nuestras instituciones por cuanto que de las mismas se deducirá una verdadera revolución silenciosa en favor de lo tecnológico hasta ahora desconocida. 

.- Sus puntos fuertes van a ser, sin lugar a dudas, resolver de una vez por todas las incertidumbres que generaba hasta ahora la coexistencia de una dualidad papel – electrónico a través de la imposición de éste último sobre aquél; la apuesta decidida por la interconexión telemática de todos los registros administrativos y el impulso definitivo de la intermediación de datos.

.- La creación de valor público derivada de la simplificación y la racionalización de los procedimientos que permitan dichas normas será, entonces, un objetivo prioritario de todas las Administraciones públicas en la medida en que, por primera vez en muchos años, tal circunstancia, además de ser posible jurídicamente, estará al alcance de todos también tecnológicamente. 

a) EXTERNAMENTE, el segundo reto estará marcado por las posibilidades que tengamos de construir un modelo de convivencia y gobierno compatibles con las necesidades reales de la gente y la escasez cada vez más evidente de los recursos públicos, y todo ello dentro del papel que jurídicamente tienen – o tengan en un futuro – reservadas las Diputaciones provinciales.

.- En este sentido, será determinante que la denominada cultura de la transparencia cale en nuestra organización, ya que en la medida en que seamos capaces de incorporarla en nuestros sistemas de gestión, ésta aportará un plus de legitimidad institucional a nuestras acciones y se convertirá en uno de los valores fundamentales de nuestro gobierno. 

.- Un acceso a toda la información pública de la Diputación de forma ágil, eficiente y respetuosa con los derechos personales aportará nuevamente valor público a nuestras políticas de transparencia y reutilización, formando una sociedad informada y colaborativa que participará en la toma de decisiones públicas provinciales a través de los mecanismos oportunos que seamos capaces de diseñar. 

.- Finalmente, lo que de verdad va a suponer una transformación mayor en términos de legitimidad y apuntalamiento democrático de nuestras instituciones va a ser el esfuerzo que hagamos por rendir cuentas de nuestras acciones ante una sociedad y unos Ayuntamientos que cada vez con mayor intensidad van a solicitar ser partícipes de las mismas.

Un saludo a todos y nos vamos leyendo.


4 comentarios:

  1. Honestamente, no sé que hay de innovación en acabar con la dualidad papel-electrónico o en implantar una cultura de transparencia...
    Entiendo que vamos tarde en casi todo pero de ahí a llamarlo innovador, yo no lo comparto.
    Mejoremos nuestros procesos (internos) con las denominadas "smart machines", apostemos por la co-creación de contenidos con los ciudadanos o definamos una política pública que favorezca el Iot. No te suena mejor? Sé que es difícil, sólo es una crítica constructiva.
    @aleoncam

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    1. Hola Álvaro, gracias por tu intervención y tu crítica constructiva, sin embargo he de decirte que si te lees detenidamente el documento comprobarás que pretende ir más allá del enfoque tecnológico o vinculado a la transparencia, sino que pretende desde una perspectiva más integral devolverle a la sociedad a través de la innovación el esfuerzo que ésta realiza para sostener a las instituciones públicas.

      Sin embargo, es tan difícil de hacer como de explicar, te lo aseguro.

      Un saludo.

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  2. La gestión estratégica siempre conlleva un plus de dificultad, dado que hay que anticiparse a los acontecimientos, dificultad aun mayor cuando se trata de la gestión pública por razones obvias, dada la multiplicidad de intereses que se desprenden de la acción política. La gestión estratégica en las administraciones públicas ya no es una opción de voluntad, se trata de un elemento de buen gobierno, ello significa, marcar los objetivos en un corto y medio plazo (marcado este por el horizonte de las elecciones) ordenar los recursos humanos, técnicos y económicos; y coordinar las relaciones internas y externas. La administración relacional implica no solo tener en cuenta discrecionalmente las demandas de una determinada acción de los grupos de interés como ocurría en la APT, en una Administración moderna se deberán adoptar los mecanismos para que aquellos entren a formar parte de la completa conformación de las políticas públicas y para ello se requiere que la transparencia debe ser un elemento facilitador de aquella para poder hablar, precisamente, de un cambio de actitud y de aptitud en los actores configuradores de las políticas públicas.

    Saludos

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    1. Hola de nuevo Cristóbal y gracias por tu contribución. Tienes razón, la planificación estratégica ya no es lo que era anteriormente y estamos obligados a diseñar nuestros planes en constante revisión o en betapermanente, en la media en que el entorno cambia de manera rápida e inesperada. Solo espero que la estrategia que acabe de aprobar la Dipu sea lo suficientemente flexible como para hacerlo.

      Un saludo.

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